El hombre perfecto no es un príncipe de cuentos. No es rubio, de ojos de color y ni es de la realeza o rico. Puede ser cualquier hombre, aquel que te pregunta como te fue en tu día y te escucha atentamente. Aquel que te lleva de la mano cuando siente que la tuya esta muy fría.
Es ese hombre que te recuerda que debes usar suéter porque esta lloviendo y que cada vez que puede va por ti a tu trabajo. Es ese hombre que te abraza por las noches cuando tienes frío y no te suelta aún cuando estés roncando.
Ese que te dice lo mucho que significa para ti cada vez que puede y te lo recuerda con pequeños detalles. Con una nota, con un dulce, con una enorme sonrisa cuando te ve. Es ese hombre que esta contigo aún cuando te equivocaste y te ayuda para levantarte y seguir adelante. Sin juzgarte, sino dándote abrazados y besos.
Es ese hombre que cuando menos lo esperas te roba un beso. Aquel que no teme admitir sus errores y siempre busca remediarlos. Ese hombre que te quiere y te acepta con tus defectos y virtudes. Pero que también se preocupa por alentarte a ser mejor cada día, tanto profesional como personal.
Ese hombre que confía en ti y no tiene celos infundamentados y tontos. Porque confía en ti y tú en él. Ese hombre que ve en ti un futuro hermoso y lleno de mucha felicidad y no algo efímero.
El hombre perfecto es quien a pesar de sus errores siempre es honesto, real y fiel contigo y con el mismo. Quien sabe quien es, lo que tiene, lo que ofrece y lo que quiere.
Y tú, ¿eres el hombre perfecto?
Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Comenzó como Community Manager en el 2011 con Blogger y termino con WordPress. Escribe sobre amor, temas LGTB+, y quizás mañana sobre Política.
Es Comunicólogo por Profesión, pero Psicólogo por vocación.
