Cuando pensamos en la Antigua Roma, probablemente nos vienen a la mente las imágenes de grandes batallas, emperadores poderosos y espectaculares coliseos. Sin embargo, lo que pocas veces se cuenta —y es fascinante descubrir— es cómo se vivía la sexualidad en ese mundo antiguo.
Spoiler alert: los romanos tenían una visión de la sexualidad mucho más fluida y abierta de lo que la historia tradicional nos ha hecho creer.
Hoy, en este rincón de nuestro blog, viajaremos en el tiempo para conocer cómo se experimentaba la homosexualidad, la bisexualidad y el lesbianismo en la Roma clásica, ¡y de paso, algunos chismecitos imperiales que no tienen desperdicio!
Sexo sin etiquetas
En Roma, la sexualidad no se definía por el género de la pareja, sino más bien por el rol que cada uno asumía en la relación. Ser el «activo» (dominante) era visto como símbolo de poder y virilidad, mientras que ser «pasivo» (receptor) podía tener connotaciones negativas si se trataba de un ciudadano romano adulto. Pero en general, las relaciones entre personas del mismo sexo no estaban mal vistas, siempre y cuando se respetaran estas normas de estatus y rol.
La palabra «homosexualidad» ni siquiera existía como la entendemos hoy. De hecho, muchos romanos habrían tenido relaciones tanto con hombres como con mujeres sin considerarlo una contradicción o algo que definiera su identidad. La bisexualidad era más una práctica habitual que un «rótulo» de orientación.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Comenzó como Community Manager en el 2011 con Blogger y termino con WordPress. Escribe sobre amor, temas LGTB+, y quizás mañana sobre Política.
Es Comunicólogo por Profesión, pero Psicólogo por vocación.