Yo Creo En El Amor De Antes

Pero no cualquier amor, ese que se defendía hasta con los dientes. El que no se rompía con fragilidad sino que duraba y se aferraba a la tierra como un árbol grande y frondoso. Ese amor que se recitaba en cartas y bellos versos, los cuales con tan sólo leerlos te hacían vibrar por dentro y por fuera.

Ese amor que esperaba por el próximo encuentro y guardaba esa sensación de emoción y adrenalina. Que cuando comenzaba a fracturarse, se sacaba el resistol y se pegaba. Porque ninguno de los dos se daba por vencido, sino que luchaban por mantenerlo, cuidarlo y hacerlo duradero.

Ese amor que era tan puro, inocente pero al mismo tiempo rebelde, que se ocultaba pero se decía a gritos. El que con tan solo el toque de las manos era más que suficiente para electrificar todo tu cuerpo. Y que con una mirada se decía todo.

Ese tipo de amor tan bondadoso que siempre buscaba dar todo lo que tenias y nada menos. El cual perdonaba y olvidaba, porque de ambas partes siempre se buscaba el preservar lo que juntos habían construido. Sin egoísmo y sin malicia.

El amor que iba despacio, y en donde ambas personas de verdad tenían el interés genuino de conocerse. Tanto en las buenas como en las malas, sin presionar o acelerar la relación para obtener algo efímero, sino algo duradero.

Ese tipo de amor que empezaba con el cortejo y en su paso incluía pequeños pero significativos regalos de ambas partes, para recordar que aún la cosa más simple, pero dada con amor, es más valiosa que el oro.

En un mundo donde no te vean raro por querer algo serio, bonito y duradero, sino que suspiren como tú cuando te escuchen hablar de tu pareja y de lo felices que son, a pesar de las dificultades que tengan.

Yo aún creo en ese tipo de amor.

Jaasiel Dice

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Comenzó como Community Manager en el 2011 con Blogger y termino con WordPress. Escribe sobre amor, temas LGTB+, y quizás mañana sobre Política.
Es Comunicólogo por Profesión, pero Psicólogo por vocación.