Desde muy pequeño palabras hirientes fueron lanzas, las cuales me golpeaban en silencio. Me crié en una religión en donde las reglas era muy estrictas con respecto a muchos temas; nunca olvidare ese temblor, miedo y agitación que sentía cada vez que decían la palabra «homosexual«. Sentía que todos me miraban, se reían de mi y hasta me juzgaban. Me hacia tan pequeño que la autoestima no estaba en mi vocabulario, ni en mi vida.
Por años ese fue mi terror y sufrimiento, ver como mi familia ser burlaba de las personas como yo, las hacían menos o incluso las condenaban al fuego eterno. Durante toda mi niñez me enseñaron que los homosexuales no iba a heredar «lo que Dios nos prometía«, y debo admitir que el constante bombardeo de estas ideas lograron hacer de mí un niño inseguro y solitario.
Yo, al igual que muchos de ustedes, no tuve a quien recurrir, con quien confiar sin sentirme rechazado, sino comprendido. Siendo muy honesto es que nunca lo encontré. Por muchos años estuve peleado con Dios, le reclame muchas veces por haberme hecho homosexual, por darme un hogar donde todos odiaban a las personas como yo, incluso lloré para pedirle que me cambiara.
Pero con el pasar del tiempo pude entender las cosas desde un punto diferente. Comprendí que lo más importante no era cambiar quien era, sino que la respuesta a todo era YO. Para poder estar en paz conmigo mismo, con mi familia, con mis amigos e incluso con él. Pasado el tiempo pude decirles a todos que mi amor por los hombres era parte de mí, tuve la suerte de que mi circulo familiar lo entendiera. Ya que yo nunca deje de ser lo que era, sin embargo ahora afirmaba algo que quizás ellos sospechaba.
Y si, soy homosexual y sé que Dios me ama.
Dos cosas que no combinan con las leyes de mi religión. Sin embargo he construido mi propia relación con él (y puede que muchas personas entren en conflicto cuando digo esto). Comprendí que lo importante es honrarlo con el amor y mis acciones. Siempre darle gracias por las cosas que me dio y a las personas que condujo a mi vida. Siempre le hago oración para agradecerle por todo lo que tengo y me sigue dando. Le agradezco por ser quien soy y en donde me puso, porque esto me ayudo a ver las cosas como realmente son.
Estamos acostumbrados a vivir en la culpabilidad, pero no debe ser así, tenemos que entender que la luz llega si la dejamos entrar y la obscuridad penetra si lo permitimos. Sé que Dios me ama por lo que soy, y que siempre estará en mi vida, incluso en el momento en el que una mi vida con otro hombre.
Rezó todos los días porque las personas entiendan que el amor es más lo importante, que en mi país las leyes cambien para darnos los beneficios que merecemos como personas legales (y que no deberían debatir si los merecemos o no) y por ti, porque sé que quizás estas en donde yo estuve hace muchos años y deseo que puedas encontrar el camino de la paz como yo lo hice, y que sepas que Dios también Te Ama.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Comenzó como Community Manager en el 2011 con Blogger y termino con WordPress. Escribe sobre amor, temas LGTB+, y quizás mañana sobre Política.
Es Comunicólogo por Profesión, pero Psicólogo por vocación.
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1 comentario
very well written. Love is love; God is love. Greetings from Texas